La Justicia: la praxis olvidada
- Juan Ramos
- Oct 29, 2017
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<Hacer> cada uno lo suyo, y no <dar> a cada uno lo suyo, es la Justicia.
<El Justo> es el que <hace> lo que le corresponde.
Si eres guardián, gobierna; si eres guerrero, combate; si eres comerciante, produce. La Justicia nada tiene que ver con "dar a cada uno lo que le corresponde".
La pregunta <¿Quién soy?>, no es más que el preámbulo del devenir, porque el fin último no es <saber> quien eres, sino <Ser> quien eres, y <Ser quien eres>, es decir, <hacer lo que te corresponde>, es la Justicia misma.
Como círculo dantesco, la búsqueda de la Justicia nos lleva a lo poco que se ve hoy en día: a la praxis. La filosofía, es decir, la carencia de conocimiento, y por ende, la búsqueda del mismo, no es la Justicia misma. La resolución a la pregunta "¿Quién soy?", no contesta la siguiente "¿Qué es la Justicia?". Sin embargo, nos entrega la respuesta a un peldaño de la misma: sólo falta que ahora "seas lo que eres" para que comprendas lo que la Justicia es: te vuelves Justo en el acto de <Ser quien eres>. De ahí entonces que la pregunta-corazón de la filosofía sea quizás la más importante pregunta que podamos hacernos, porque si no encontramos respuesta a ella, aun cuando colguemos de nuestro cuello una cruz de madera; aun cuando visitemos las sinagogas con el Pentateuco en las manos; aun cuando recitemos los sutras, los salmos, las epístolas y los diálogos platónicos con santo y seña, si no resolvemos la pregunta inicial, estamos tan lejos de la Justicia como el Uno del Cero, como "la contemporaneidad" del vasto tiempo que nos ha precedido.

Mientras más me conozco, más me alejo de las religiones y sus doctrinas, y de las "filosofías" que más que acercarme a mí mismo, me llenan de letras y sofismas, como si la argumentación me acercara más al conocimiento. Sólo me acerco más al conocimiento en la medida en la que resuelvo la pregunta inicial, y es inicial porque me introduce en la siguiente andanza: ya no la de la búsqueda de saber quien soy, sino la de serlo. Y en ese punto, la Justicia toma mi nombre y me vuelvo Uno con Ella. La búsqueda cesa, la argumentación desaparece, la interpretación desvanece: la práctica prevalece.
Contrario a lo que se creía y se cree, la filosofía es el sistema más ordenado que puede haber, porque inicia con el <Ser> y continúa con el <hacer>, que es el <Ser siendo lo que es>. La filosofía es la búsqueda más práctica que puede haber, porque nada tiene que ver con el ritualismo ni con la contemplación, mucho menos con la disertación vanidosa y el enciclopedismo.
La filosofía es <la preparación>, decía Platón. <Preparar>, del latín <praeparare> (prae, <antes>; parare, <disponer; aliñar>), es decir, <lo que se hace antes de disponer>, es la acción misma que precede al <Opus>, a la <Obra>, como se le llamaba en la antigüedad.
Esta Magnum Opus... es la de <Ser Justo.>
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